lunes, 26 de marzo de 2012

Al "Cagueda"

Yo era estreñido. Sí, me pasaba uno o dos días sin hacer caca, y luego cuando la hacía, parecía que estaba echando un piedrón de construcción. Así que mi padre, médico él, me daba desde pequeño unas gotitas que si bien a la larga fueron mi salvación, me hicieron más de una jugada en el transcurso de mi vida, y parece que aún hoy circulan por mi venas esas gotitas , porque se me vienen a veces unos apretones...el último fue en el aeropuerto de Barajas, justo al salir del avión, fue horrible, ya saben, esos escalofríos, esos sudores, esos latidos en el asterisco...

Llegaba algo triste de mi última visita a Lima, ya saben la familia, navidades, los amigos, año nuevo, veinte días de tragar y chupar, cualquier estómago se ofende, y no porque la comida peruana sea anti-digestiva como algún osado mozalbete se atrevió a escribir para llenarse el blog de comentarios, sino porque imagínense veinte días comiendo opiparamente: que ceviche, que cau cau, que tallarines con camarones, que bájalo con vino blanco pisco cerveza whisky, ¡no pues...!


Así salí corriendo del avión y un poco para olvidar los avisos que me daba la barriga que no paraba de sonar (y esa es otra, no habré estado afanándome a alguna chica cuando de pronto justo a la hora del beso mi estómago empieza a hacer gorgoritos) pues empecé a recordar (como le pasaba a Wan Chan Kein de la serie Kung Fú) como fueron esos primeros síntomas de laxitud estomacal y las veces que me recogieron del cole con el pantalón zurrado y las moscas persiguiéndome...

Así fue en primer grado. No llegué al baño, porque las gotitas eran tan fuertes que yo no sé, te laxabas ahí mismo de una, y salía toda la churreta, obviamente debía abandonar el salón y con la carita de pena aparecer en la secretaria para que me vengan a recoger. Sí señora, su hijito se ha cagado...que vergüenza...

Era ya primavera lo recuerdo bien, porque el sol me quemaba el uniforme y lo mojado debajo se calentaba, así que me levantaba del muro donde me sentaba para evitar las miradas de otros estudiantes y sus burlas y las moscas que me empezaban a zumbar por todos lados, más por seguir el rastro que dejaba donde me fuere a sentar que otra cosa, me fui hasta la puerta del colegio, con mi séquito de insectos detrás mío, hasta que llegaba mi madre a recogerme y repetía: ¡¿ay, este chico, pero no puedes aguantarte muchacho de miércoles?!

En segundo grado fue diferente, me salvaron mis compañeros, me entraron las ganas de cagar y felizmente esta vez el baño estaba muy cerca, pero, no tenía puerta, era un intento de baño el que teníamos entonces en esas aulas de madera, así que recuerdo a mi compañerito Hugo, colocando su mandil plomo para taparme mientras bajaba de peso y el resto gritaban reían y hacían fiesta de mi desventura estomacal...


Así cada temporada volvían las cagaderas. Pero no recuerdo una buena hasta la secundaria ya, cuando cierta tarde la profesora no me dejó salir de la clase y aún rezando no pude más y me hice...al terminar la clase, ya de salida, para colmo un profesor nos agrupo a unos cuantos, que éramos los más pillos, para hablarnos de nuestra conducta y que se yo qué más, de pronto paró su discurso y dijo: aquí viene un olor pero no sé si es de fuera o de uno de ustedes, todos nos miramos, y yo no iba a confesar claro que era yo, porque ya era grandecito para cagarme en los pantalones...


Antes de salir del colegio me fui corriendo al baño de los más pequeños para que no me descubriesen y limpiarme un poco, así que cogí papel de mi cuaderno de matemáticas (el que tenía las hojas más suaves) pero como no quedaba bien, decidí usar mis propios calzoncillos, y cuando voy a tirarlos arriba del tanque de agua ¡¡¡descubrí que no era el único que hacía esa asquerosidad, había ahí un cementerio de calzoncillos sucios...!!!. Lo ocurrido sólo se lo conté a mi amigo Ricardo y el, como buen compañero, estuvo a mi lado casi todo el trayecto, aguantando la pena y el olor, pero cuando subíamos al autobús, escuchamos: ¡ey muchachos, que subo...! era el profesor de Educación Física, al que llamábamos el "gato Felix", por la cara de felino magullado que tenía, y nos empieza a hablar y yo sólo pensaba en llegar a casa y ducharme, en eso cuando casi llegábamos a mi paradero, nos dimos cuenta que sólo los tres estábamos en la parte de atrás del autobús y todos los pasajeros se apiñaban adelante...

Bajé corriendo sin despedirme, subí las escalera de un salto y abrí la puerta tiré la mochila en el patio, voy a cruzar el comedor para ir al baño y de pronto...visita familiar, así es, unos primos que pasaban por ahí y decidieron saludar a mi madre, recuerdo les di un beso a todos, me lancé al baño a incendiar el uniforme, ducharme y rasparme bien con una piedra pómez ...

La otra fue ya cuando trabajaba en la revista CHESU!, esa vez vino con fiebre incluida, me había comido una canchita con chicharrones malograda del "ojo de uva" Roger Galván. Me vine en caldo prácticamente. Recuerdo salir otra vez volando, eran las épocas en que julfito salía con una luca en el bolsillo, así que tomé la noventa y uno, sí, todo Angamos, Ejército, Brasil...pero fue horrible, sudando frío otra vez, una y vuelta en vez los retortijones, espasmos, intentando pensar en globos de colores como aprendí en Plaza Sésamo cuando uno no podía dormir, ¿pero que va uno a pensar en algo bonito en esas circunstancias?, yo me bajo, no puedo más, y en la Av. del Ejército me bajé, fui a una universidad cercana, pero como son universidades particulares, por más que le rogé al "guachimán" no me dejó entrar el desgraciado, miré a uno y otro lado, vi al frente, uno de esos grandes tanques de cemento para guardar agua rodeado de matorrales, y vi ahí un hueco excelente para soltar amarras, así lo hice me escondí entre la floresta y justo cuando empezaba a defogar, empezaron a salir las niñas de un colegio cercano de mujeres, yo sólo me hice una pelota para confundirme en la yerba, cuando terminé cogí un periódico que me había traído de la redacción y con eso me limpié, luego rampando salí por detrás y empecé a caminar silbando como si nada...

Lo peor vino cuando me di cuenta que no tenía más dinero para el pasaje y con fiebre y crecientes retortijones amenazando con una segunda oleada, opté por subirme a otro autobús, sin dinero, ya vería que se me ocurre. Al sentarme me di cuenta que aún olía mal, qué será, que será, y de pronto veo mi abrigo y por debajo, me había dado sin querer una pincelada, al bajar, me hice el borracho, dije el clásico: ya te pagué, y dando empujones dejé atrás el abrigo, ¡oiga oiga, su abrigo!, te lo regaló compadre, por la luca que te debo...

Como ven podemos hacer un cuadro estadístico de cuándo en mi vida me han venido las peores oleadas, y sin duda alguna en esta época ya me tocaba, así, al llegar a España, bajé como loco del avión, pasando a la gente como Fernando Alonso hasta llegar a la puerta del subterráneo que te lleva de la T4 hacía migraciones y la recogida de equipaje, pero de pronto un aviso, que los trenes venían retrasados, imagínense entonces el atasco, seguían llegando aviones, seguía llegando gente y no puedes retroceder y no hay baños, una locura...la gente protestando y yo sudando frío otra vez, me puse a hablar del asunto con dos viejitas para distraerme, que cómo podía ser, que si hay una embarazada, que si hay un atentado, atentado el que iba a cometer yo si me cagaba ahí mismo, y lo pensé, pero hubiera sido peor que un etarra, me llamarían seguro "Al Cageda"..., pasaron dos trenes y el tercero fue el mío, me subí y me senté cerrando las piernas para que no se escape ni un pedito, porque ya sabemos que esos son engañosos, uno dice: voy a aflojar un poco y luego sale con sorpresa, así que aguanté valientemente, al bajar del tren miré si había algún baño, no, otra vez apiñamiento de gente, y una sola escalera eléctrica para subir, otra vez las quejas, el gentío y yo cagándome, así íbamos pasando uno a uno por ese control y luego viene migraciones, los que no somos de los elegidos, es decir de países no comunitarios a un lado, mientras los elegidos pasaban sin problemas, y yo que no daba más y el nerviosismo podría confundir a la policía con alguien que trae droga, viene de Perú, suramérica...

Puse la cara más amable que tenía y pasé sin problemas. Al salir fue el camino hacia la libertad, corrí y corrí, de nuevo pasando la gente por encima, el equipaje después, me dije, sólo pensaba, baño baño baño, como un autómata, y veo uno, voy corriendo y de pronto, puta madre, un triangulo amarillo que decía: "lo sentimos, estamos de limpieza, pase el siguiente, disculpe las..." ¡a la mierda!, me lo salté como carrera de 110 con vallas, me metí en el primero que vi y descargué todo hasta quedar hundido en la taza, me aseguré de que hubiese salido todo, y al quedar satisfecho veo a la señora de la limpieza, me arrodillé cuan musulmán en la mezquita y le pedí perdón, que era una emergencia que no podía más doce horas de viaje..., a dios gracias lo entendió, aunque no sé si lo seguiría entendiendo luego de limpiar otra vez ese inodoro...

Pero por lo menos hoy puedo escribir, que no soy estreñido, gracias papá, a ti y tus gotitas de mierda...nunca mejor dicho, de mierda.

jueves, 15 de marzo de 2012

En búsqueda de objetos perdidos


Tenía diez años cuando vino mi primera gran pérdida. Se trataba de unas zapatillas All Star guindas en tiempos que no se importaban o se pirateaban tantas como ahora en el Perú, ahora te piratean hasta billeteras del lagarto, que por cierto antes de volver a Sevilla me agencié una porque al margen de que lleve la lagartija pegada a un lado el cuero era de calidad y el tío me dio hasta su tarjeta como curtidor lo que demuestra nuestra pobre industria peruana del cuero, no por la materia prima, pero sí por el lado creativo, más fácil es ponerle el caimán y sale calientita que ponerle quizá una alpaca o un oso de anteojos porque no te da "caché"...

Pero escribía de mis desaparecidas All Star que me mandó una tía de los Estados Unidos, de donde provienen la mayoría de cosas cheveres, y vamos a dejarnos de tonterías, al menos en los primeros años ochentas del siglo pasado lo creíamos, antes de que llegarán los dibujos japoneses claro está...pues recuerdo la alegría que me dio al calzármelas, tanta que dormí con ellas esa noche sin importarme la pezuña que tendría al día siguiente, de hecho al amanecer pensé en irme así no más con ellas al cole, pero claro mi vieja se opuso, me dio permiso de llevarlas a la clase de Educación Física previa sacada de legañas...

Luego de un rápido desayuno, salí volando al cole cuando lo más normal era que mi aletargado comportamiento de entonces me lleve a llegar justo cuando terminaban de izar las banderas, rezar y entrar justito a clase, sin embargo yo ya estaba en el paradero apurando a mi hermano y este me miraba extrañado, yo había ya metido mis zapatillas en la bolsa de deporte, que en realidad era algo más parecido a una bolsa de pan que otra cosa, y nos subimos al autobús, nos sentamos atrás y me puse a pensarme ya metiendo canastas con las zapatillas, clavándola en el aro trepado como un mono en él besando las All Star flashes de fotos a mi alrededor y dos cheerleaders a mi lado... y de pronto mi hermano de un golpe en la cabeza me despierta, estábamos ya en el cole y había que bajar corriendo del autobús, así lo hice de un felino salto y de pronto voy a colgarme la bolsa con las zapati...¿dónde están? ¿las tienes tú? anda no jodas tortugón, las tienes tú, le dije a mi hermano mayor, y me replica gritando, ¡te las has dejado en el autobús huevón!, la cagada, corrimos y corrimos pero el autobús ya doblaba la plaza y nada, imposible alcanzarlo, ni pensar ir a la parada final porque perdería una clase y eso era una ignominia para nosotros entonces niños recién comulgados, y nada, me comí los mocos y entré en silencio al colegio, al aula y me llegó al pájaro la bandera, el padre de nuestro y el altavoz pidiendo orden firmes en columna cubrir y toda esa parafernalia escolar de entonces...

Por la tarde al volver a casa mi madre me pregunta por las zapatillas, le conté lo sucedido, y se puso las manos en la cabeza, las zapatillas que tu tía, que no puede ser, muchacho de mier...me cogió de un brazo y me sacó a la calle, de nuevo a un autobús y hasta su paradero final...preguntó a los choferes, cobradores, vendedores de chicles, de caramelos...nadie vio ningún bolso de pan color azul. Regresamos a casa vencidos...

No es lo único que he perdido, de hecho creo que tres blogs no alcanzarían para enumerarlas, en cambio mi hermano, ese lechero, si que se encontraba de todo, una vez en el "pinbal" arriba de un juego de formula uno se encontró un relojaso casio, y que de hecho esos modelos clásicos se han puesto de moda por aquí otra vez, y yo lo único que me encuentro son siempre chicles pegados en las zuelas de mis zapatos, y a que viene todo este chamullo, es que hoy estaba la verdad muy molesto con mi compañera de piso porque la huevonaza me perdió mis recién comprados en la "cachina" sevillana llamada "el jueves" (sobra preguntar por qué) muñecos Alien y Predator para sumarlos a mi colección de adefecios "frikis" y que le di a guardar en una bolsa...¡de pan!, y la cojuda se los deja o bien en el mercado donde fuimos a almorzar o bien donde fuimos a tomar luego café, y no me lo ha dicho hasta la hora de la cena y he intentado calmarme y no mentarle a la madre (cosa que se entiende poco por estos lares la verdad, y de hecho hasta les causa gracia), pero, entre su familia le recordé mi historia de las malditas zapatillas All Star guindas sin estrenar y se ha cagado de risa en mi cara y ha sido el motivo de desfogar lo que siento en esta siguiente julfidés...

Me voy a la calle a ver si me encuentro alguito.





miércoles, 14 de marzo de 2012

Thays se va en una Iwasaki a atropellar a De la Torre


El raje es una propiedad limeña por excelencia, rajamos del vecino, de los familiares, de los amigos que no están en la mesa para el "fullvaso" luego del fulbito, el raje es una subcategoría del rumor, y ya sabemos cuan importante puede ser un rumor, pero el raje viene después, el raje se asocia a la "bola" y la encera, la prepara para la avalancha, es la crítica cobarde, ruín, pero a la vez necesaria, sarcástica y mordaz, es propia de nuestra sociedad, insatisfecha, mediocre, vetusta, destartalada, Lima pues, o ¿de qué ciudad cree que estamos hablando?

Pero últimamente estamos mundializando el raje, con la aparición de las llamadas "NTs" (para los nuevos, Nuevas Tecnologías), y las redes sociales, llámese twiiiiter, faaaacebook, tueeenti, y demás herramientas para el raje desmedido, los limeños, no podíamos estar fuera de contexto.

Así que ahora nos dedicamos a rajar a nuestras anchas, sin reparo alguno, nos lanzamos barro a la cara, pero ya ni siquiera nos cubrimos un lado de la boca para lanzar el raje, no venga escribirlo enter y zas el raje los soltamos ahí tan panchos...

Pero ahora hay un afán de protagonismo con el raje, es decir, quien raja más o lanza el raje más ponzoñoso y que devenga en cientos miles de comentarios defensores detractores y medias tintas...

Tengo amigos y amigas que ya sufren una enfermedad con esto, se dedican desde que sobrevuelan los gallinazos la capital peruana a mandar rajes, a ver, de qué rajamos hoy, dale, esto, y a comerse un pan con huevo y palta y un café con leche para bajarlo...


Ahí es donde quería llegar. ¿Cómo no va a tener razón thays con su raje? ¿qué pasa luego de comernos un pan con palta y huevo? ¿me va a decir usted que le sale una flor del ojete?, si se come el ídolo de las comidas domingueras luego de una noche de juerga el "Tacu Tacu" y ese huevo ahí frito que te mira con el cartelito "cómeme y reventarás", y le metes la cuchara sopera sin perdón, luego que viene, retortijones y qué más...si estás en tu casa, que más da, la guerra química se inicia, ¿o alguien me va a decir que le salen rexona del asterisco? si es así por favor, paténtelo y hágase rico, habrá salvado del averno a la comida cívico patriota nacional...

Yo creo que a esta gente le pagan por rajar, ahora una cosa es que raje su vecina, que raja seguro que da miedo, y otra es rajar pues en el blog del vano oficioso. Miles de insultos se ganó el loco, decenas de adeptos, y que lo lean, que es al fin y al cabo lo que le importa más a su editora, a los webmasters y a facebook que el contenido en sí de su raje, ahí vamos todos los borregos que sacábamos 20 en Educación Cívica a rajar del que inicio esta bola, que sí es gay, que si está divorciado por eso, que nadie lo leía antes, que si es tenista...

Luego vino mi compadre con apellido que más parece de moto y que (van a ser tontos) los señores de El País, que además al ver la crisis en su terruño han iniciado la nueva conquista de América (y pocos rajan de eso) y le dijeron que raje también, y rajó tela, como dicen sus compadres chapetones, y recibió ooootra andanada de insultos, escupitajos, incendios de banderas japonesas en fin, más billete para las redes sociales, porque hay que decirlo rajones, facebook gana con sus rajes, cada raje suyo a saber cuanto le va a la billetera de Andy Zucker o como se llame el inventor de esta nueva casa del raje internético...

Y ahora el último rajón, es un señor de apellido De La Torre, un, me cuentan ojo, no lo conozco, empresario e hijito de papá de un colegio pituco de Lima y que escribe en uno de los dinosaurios que se está haciendo un retoque facial porque últimamente le daba tanto al raje farandulero que no había diferencia entre ellos y su hijo reconocido chichero que se pasa de Trome, a decir de ellos claro, si se me permite el raje...pero ¿cuál fue ahora el raje?...rajó pues del sin paragón ídolo de la poesía dark peruana y de tendencias de izquierda que da nombre a academias de postulantes a ingeniería en Lima ( y que por cierto, un raje más no esta de más, me dicen que por las noches adoctrinaban gente non santa en sus aulas...), nada y nada menos que se le ocurre (y me rajan no es el primer avezado) de don César Vallejo...¿¡cómo va ser pues hombre?! rajar de quién ni siquiera osé garabatear en mi libro de literatura de cuarto de secundaria por respeto a esos Heraldos Negros, ahora resulta que el pobre de Vallejo (porque lo fue, estaba misión aguja siempre el vate, y esto no es raje por si acaso) es culpable con otro narrador, también "cofla" el hombre, digno de un cartel de la Philip Morris, osea fumador a trancas y en Barranco, Don julio Ramón, de nuestro animo melancólico, cuasi depresivo y de perdedores natos, osea unos "Al Bondis" en toda regla...claro empresario con éxito con las chibolas de 23 para abajo ahora se pone pilas con el subidón que ha pegado el Perú y se dedica a rajar de los que ya no están, es decir, un raje para la historia...

Pero yo le voy a ganar hoy, porque conversando con mi amigo el "chino" césar, empresario, profe universitario y agro no se qué pues me salió que ahora para rellenarme de insultos voy a rajar de todos para que me rellenen también este blog que recién empieza (bueno miento, antes de que rajen tuve un parto prematuro y murió al nacer y un aborto). Así que voy a rajar de Bolognesi, que antes de la Batalla de Arica se metió una kurda porque total ya sabía que íbamos a perder, ojo que en esos años César Vallejo todavía no había nacido, y Julio Ramón no estaba ni en proyecto, y pues se dejó la espada por ahí, o que el caballo de Alfonso Ugarte se resbaló en el morro y no que se lanzó para que la bandera no caiga en manos enemigas, o que Cáceres se disfrazó de mujer porque le gustaba travestirse o que a Quiñones el avión se le averió y fue a parar a las baterías enemigas, o que toda la selección del Mundial de Argentina se vendió o se cagó de miedo con la presión de Mr. Kissinger en aquel fatídico 6-0 contra los gauchos, y así me como un siete colores y me tomo una cerveza caliente para bajarla y luego me quito los pantalones me pongo un ventilador y empiezo a disparar sin mirar a quien con tal de recibir ya no huevos, tomates, lechugas o escupitajos, si no cientos, miles, millones de insultos que repleten mi blog y me menten la madre en todas las redes y así señores cumplir con una máxima del raje: si rajas, te rajarán el culo...

No se tomen en serio mis palabras, no vaya ser que luego saquen mis afirmaciones sesgadas y quieran lanzar mis miembros al río...yo sólo pretendo hacer un pequeño ejercicio que como limeñotengo derecho, porque de eso carajo, nadie puede decir que no lo tenemos, que yo no lo hago, que la culpa es de tal o cual, puede decirlo, pero será un raje más, y a mí eso me da igual con tal que haya llegado usted hasta este punto final.

Me voy a rajar a la calle.